Atado estaba el continente nuevo
Trescientos años con servil cadena.
A cuyo ronco son su acerba pena,
Su eterna esclavitud... llorar solía
En triste desventura,
Desde que el padre de la luz salía
Hasta el dulce nacer del alba pura.
El metal valoroso,
La quina saludable,
Y mil riquezas en soberbias naves,
De tributo en señal cortar se vían
Con fuerza irresistible
El húmedo elemento
A pesar de las olas y del viento.
Y el infeliz colono
Por sabio, por intrépido que fuese,
Y en valor excediese
Al viscaino, gallego o castellano,
Su cerviz sometía,
Y no mandar, sí obedecer sabía;
Cuando... ¡Alta providencia! De repente
Levantó su ancha frente
La América abatida,
Y a tí ¡Oh Joseph! ¡Oh sabio esclarecido!
La suerte de dos mundos
Por toda la nación confiarse vido.
Gloria y honor al sabio de la patria:
Salve mil veces, salve,
¡Oh poderosa Lima! ¡Oh Perú! ¡Oh América opulenta!
Que la horrible cadena
Hace ya roto; y a su grato estruendo
La santa libertad batió riendo
Sus alas celestiales
Sobre tu fértil suelo, Y en Baquíjano al fin posó su vuelo.
Salve ¡Oh Joseph! Pues eres el primero
Que ha tan excelso honor has ascendido,
En quien la unión fraterna tan deseada
Llegó a verse por fin asegurada.
Salve ¡Oh Joseph! Ilustre americano!
Que el Rímac apacible
De noble orgullo penetrarse siente
Al verte decorado,
Y por primera vez su faz riente
Sacude alborozado,
Y sus bellas zagalas
La arena melancólica abandonan
E himnos de gozo en tu loor entonan.
Gloriarte puedes... que tu amada patria
Estampará el primero
Tu nombre augusto en la columna de oro
Que eleve a la memoria
De su alma libertad, de su victoria
Sobre el hado fatal, que enfurecido
Perpetuarla quiso en el olvido.
Tiende sobre tu cuello
Sus brazos amorosos,
Y basta de quebranto,
Exclama, “basta... mi hijo bien hadado.
Olvido mis ultrajes,
Mis antiguas querellas;
Que ya las ciencias, y las artes bellas
Que el talento peruano cultivase
De mi felicidad harán la base.
Tú salvaste el primero
La alta muralla, que una mano impía
Formó para cerrarme
Del brillante mandar la dulce vía.
Venid pues, celebremos
A este mi primogénito en la gloria,
Y que en su amable nombre a hablar aprenda
El tiernecillo infante
Y gloria a mi hijo todo el orbe cante”.
J(osé) S(ánchez) C(arrión)
tomado de: Miralla, José,
Breve descripción de las fiestas celebradas en la capital de Los Reyes del Perú
con motivo de la promoción del Excmo. Sr. D. D. José Baquíjano y Carrillo... al Supremo Consejo de Estado. Lima, 1812.
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